La ex alumna de nuestra secundaria Tamara Chubarovsky acaba
de editar su primer libro, titulado Cuentos para ver, oír y sentir. Esta
experta en formación del habla ayuda a niños y adultos a desplegar la capacidad
de la voz y el lenguaje, a través del Método Chubarovsky que difunde en su
nuevo enlace web www.vozymovimiento.com. Leímos su libro y le pedimos compartir
con nuestra comunidad el texto "El arte de contar un solo cuento", lo
cual le causó gran alegría.
1.2. El arte de contar un solo cuento
Un cuento bien contado debe ser suficiente. A veces, los
niños
tienen la tendencia de pedir más y más, pero si nosotros
sabemos
que un solo cuento cala más hondo, y permite que esas
imágenes
se integren mejor, comprenderemos que vale más uno que
cinco,
pues este exceso de información logrará que tras el quinto
hayan
olvidado el primero. Los niños se acostumbrarán muy pronto a
ello
y para nosotros será también más satisfactorio, ya que
muchas veces
seguimos contándolos con mucha desgana. Si somos
cuentacuentos
de profesión, también debemos recordar que más vale la
calidad
que la cantidad. Muchas veces observamos que después de
veinte
minutos, la sesión se transforma en tortura, tanto para los
padres
como para los niños y el propio narrador.
Incluso el consumo de cuentos, a pesar de ser mejor que el
de
vídeos, es parte de la sintomatología de nuestra sociedad
actual, la
cual tiende a comprar a los niños muchos juguetes de usar y
tirar
en vez de unos pocos duraderos y elaborados con materiales
nobles.
En los jardines de infancia Waldorf se trabaja con el mismo
cuento durante dos, tres y hasta cuatro semanas, y los
niños, lejos
de aburrirse, tienen la oportunidad de ahondar en las
imágenes
y de impregnarse de ellas. La experiencia, a lo largo de los
años
de esta práctica, demuestra que cada día ese cuento les
gusta
más. A veces somos nosotros los que desde nuestra visión de
adultos queremos variedad, porque la cultura del consumo nos
hace creer que si no es así nos vamos a aburrir. Hoy día,
con el
bombardeo sensorial que proporciona la televisión, el
ordenador,
etc, cada vez les es más difícil a los niños el poder
reposar en
las calmas imágenes de un cuento sencillo. Si un niño
necesita
exceso de variedad, si no soporta que se le repita un
cuento, si
analiza racionalmente su contenido tildándolo de mentira, si
pide cuentos de acción porque éstos le resultan infantiles,
pues
con más razón ese niño necesita a gritos de este tipo de
cuentos.
A través de ellos podemos conseguir que recupere su alma de
niño, que pueda volver a sorprenderse con la inocencia
propia
de la infancia. Pero habrá que ayudarle, contándolos de
manera
atractiva, con títeres e interacción. También es
recomendable al
principio elegir historias más cercanas a la temática
habitual del
niño, acercándonos a sus puntos de interés.
Verán que los cuentos aquí recopilados son francamente
cortos.
Por eso hemos reunido una serie de recursos, juegos y
actividades,
para hacer en torno a cada uno de ellos. Es mucho más
saludable
para el niño centrarse en una historia donde integra y
repite esas
imágenes, que la dispersión que provoca escuchar un cuento
tras
otro. Los recursos ofrecidos les permitirán trabajar con el
mismo
cuento durante más de un mes.
Este libro está dedicado especialmente a niños de infantil y
a niños
con dificultades, por tanto, nuestro interés no es sólo
entretener, sino
además ofrecer un medio que capacite al niño, de manera
acorde a su
edad, a adquirir nuevas habilidades.