EL SUEÑO SE HIZO REALIDAD
Ahora sí, hay meriendas saludables para todos los niños de la primaria
En 2013, unas madres de la escuela gestaron un proyecto: que en primaria, los niños siguieran recibiendo alimentos saludables en sus meriendas, tal como sucedía en el jardín de infantes. El modo que idearon para lograrlo fue amasar pan, con dos ingredientes especiales: cariño y coherencia. El proyecto se denominó ALLE ZUSAMMEN, que en castellano significa TODOS JUNTOS/UNIDOS. Los panes amasados devinieron en ingresos que destinaron a alimentos para las meriendas de un grado, y progresivamente lograron que todos los grados pudieran disfrutar una vez por semana de este regalo, que actualmente consiste en frutas orgánicas. Para que el proyecto siga creciendo, es esencial expandir la ayuda de los padres, ya sea sumándose al amasado de panes o bien a la compra de los mismos, los lunes y jueves. El Grupo Meriendas da la bienvenida a quienes deseen contribuir así a la nutrición de los niños: meriendas.alle.zusammen@gmail.com.
Muchas gracias!
GRUPO MERIENDAS - Romina Silva, Mariela Benedini, Mariana Giménez, Jessica Magi, Eva Padró, Verónica Maceira.
LIBRO DE CUENTOS
La ex alumna de nuestra secundaria Tamara Chubarovsky acaba
de editar su primer libro, titulado Cuentos para ver, oír y sentir. Esta
experta en formación del habla ayuda a niños y adultos a desplegar la capacidad
de la voz y el lenguaje, a través del Método Chubarovsky que difunde en su
nuevo enlace web www.vozymovimiento.com. Leímos su libro y le pedimos compartir
con nuestra comunidad el texto "El arte de contar un solo cuento", lo
cual le causó gran alegría.
1.2. El arte de contar un solo cuento
Un cuento bien contado debe ser suficiente. A veces, los
niños
tienen la tendencia de pedir más y más, pero si nosotros
sabemos
que un solo cuento cala más hondo, y permite que esas
imágenes
se integren mejor, comprenderemos que vale más uno que
cinco,
pues este exceso de información logrará que tras el quinto
hayan
olvidado el primero. Los niños se acostumbrarán muy pronto a
ello
y para nosotros será también más satisfactorio, ya que
muchas veces
seguimos contándolos con mucha desgana. Si somos
cuentacuentos
de profesión, también debemos recordar que más vale la
calidad
que la cantidad. Muchas veces observamos que después de
veinte
minutos, la sesión se transforma en tortura, tanto para los
padres
como para los niños y el propio narrador.
Incluso el consumo de cuentos, a pesar de ser mejor que el
de
vídeos, es parte de la sintomatología de nuestra sociedad
actual, la
cual tiende a comprar a los niños muchos juguetes de usar y
tirar
en vez de unos pocos duraderos y elaborados con materiales
nobles.
En los jardines de infancia Waldorf se trabaja con el mismo
cuento durante dos, tres y hasta cuatro semanas, y los
niños, lejos
de aburrirse, tienen la oportunidad de ahondar en las
imágenes
y de impregnarse de ellas. La experiencia, a lo largo de los
años
de esta práctica, demuestra que cada día ese cuento les
gusta
más. A veces somos nosotros los que desde nuestra visión de
adultos queremos variedad, porque la cultura del consumo nos
hace creer que si no es así nos vamos a aburrir. Hoy día,
con el
bombardeo sensorial que proporciona la televisión, el
ordenador,
etc, cada vez les es más difícil a los niños el poder
reposar en
las calmas imágenes de un cuento sencillo. Si un niño
necesita
exceso de variedad, si no soporta que se le repita un
cuento, si
analiza racionalmente su contenido tildándolo de mentira, si
pide cuentos de acción porque éstos le resultan infantiles,
pues
con más razón ese niño necesita a gritos de este tipo de
cuentos.
A través de ellos podemos conseguir que recupere su alma de
niño, que pueda volver a sorprenderse con la inocencia
propia
de la infancia. Pero habrá que ayudarle, contándolos de
manera
atractiva, con títeres e interacción. También es
recomendable al
principio elegir historias más cercanas a la temática
habitual del
niño, acercándonos a sus puntos de interés.
Verán que los cuentos aquí recopilados son francamente
cortos.
Por eso hemos reunido una serie de recursos, juegos y
actividades,
para hacer en torno a cada uno de ellos. Es mucho más
saludable
para el niño centrarse en una historia donde integra y
repite esas
imágenes, que la dispersión que provoca escuchar un cuento
tras
otro. Los recursos ofrecidos les permitirán trabajar con el
mismo
cuento durante más de un mes.
Este libro está dedicado especialmente a niños de infantil y
a niños
con dificultades, por tanto, nuestro interés no es sólo
entretener, sino
además ofrecer un medio que capacite al niño, de manera
acorde a su
edad, a adquirir nuevas habilidades.
Nuestra Secundaria
Somos padres, nuestros niños son pequeños y tenemos que elegir una escuela para ellos. Llegamos de muchas maneras diferentes a ésta, nuestra escuela. Nos la recomendó un amigo, algún ex-alumno, escuché hablar de los colegios Waldorf o busco una escuela con alemán. Tenemos ese primer contacto con la pedagogía a través del mágico mundo del jardín y los niños pasan a la primaria en un abrir y cerrar de ojos. E igual de rápido nos encontramos teniendo que cruzar la calle (Warnes) y nos preguntamos junto con nuestros hijos: ¿Qué nos depara la secundaria?
Entre los 14 y 21 años, los jóvenes atraviesan el tercer septenio, una etapa regida por la búsqueda de lo verdadero. En la secundaria se ejercita el pensamiento autónomo y la comprensión de los hechos complejos del mundo.
La etapa que va desde el 8º año hasta el 12º de la escolaridad de los jóvenes es aquella en la que despiertan las predisposiciones anímicas que permitirán el desarrollo de los intereses individuales. Es el momento en que se desplegará, además, la capacidad de juicio.
La modalidad de nuestra escuela es: Humanidades y Ciencias Sociales. De todos modos, el enfoque es general y habilita a nuestros egresados para continuar sus estudios en carreras terciarias o universitarias de todo tipo.
Los jóvenes asisten a clases por la mañana y hasta cuatro tardes.
Un tutor o coordinador acompaña al grupo durante los 5 años de la secundaria (en algunos casos los tutores son dos).
Igual que en los primeros años, trabajamos con los jóvenes con plan de épocas en la hora principal. Y propiciamos especialmente el trabajo interdisciplinario, con acento en lo artístico.
Los alumnos aprenden alemán como segunda lengua, y rinden exámenes internacionales en el 11° y 12º año. También continúan el aprendizaje del idioma inglés.
Entre el 11º y el 12° algunos alumnos realizan un intercambio cultural con otro país. Dicho intercambio está proyectado y propiciado por el alumno con el acompañamiento y el apoyo de la escuela.
Trabajamos con plan de integración curricular hasta 12°, realizamos las adaptaciones curriculares necesarias para cada joven con necesidades diferentes y hacemos hincapié en aquellas disciplinas de mayor valor terapéutico para cada uno.
Los jóvenes participan todos los años del WOW DAY (Waldorf OneWorld). Consiste en que en un mismo día, jóvenes de escuelas Waldorf de todo el mundo salen del ámbito escolar para realizar un trabajo remunerado. El dinero ganado es luego donado por el grupo para alguna entidad que lo necesite.
En el 11º año los jóvenes llevan a cabo actividades de trabajo social fuera del ámbito de nuestra escuela.
En el área de Educación Física trabajamos las siguientes disciplinas: natación, atletismo, handball y voley y por épocas: danzas circulares, gimnasia Bothmer, lucha, escalada, gimnasia artística, cama elástica, esgrima y euritmia.
Todos los grupos realizan campamentos cuyas actividades tienen distinto nivel de dificultad, según la edad. Son acompañados por los profesores de educación física y el profesor coordinador.
Los talleres en esta etapa son: Tallado en madera, Costura a máquina, Telar, Cobre, Cestería, Nutrición, Restauración, Teatro, Encuadernación, Escultura, Carpintería, Cine, Electricidad, Zapatería, Macramé, Batik, Mosaicos y Jardinería.
Es optativa la participación en el Grupo Chaco que sostiene el estrecho lazo de padrinazgo con la Escuela Nº 999 del paraje Las Chuñas en la Provincia del Chaco.
Habitualmente con los alumnos realizamos salidas didácticas a muestras, museos, talleres de artistas, la Biblioteca Nacional, el Congreso de la Nación, el Teatro Colón, etcétera.
En su último año de escolaridad, los jóvenes presentan una obra de teatro. Y además exponen frente a la comunidad escolar sus Trabajos Finales, investigaciones anuales de carácter individual sobre un tema elegido por ellos, que constituyen la culminación académica de la escolaridad. Esta investigación tiene aspectos teóricos y otros de carácter práctico que los jóvenes realizan a lo largo del último año de permanencia en la escuela.
Espero que esta pequeña y acotada imagen pueda ayudar a construir este puente hacia el mundo de la secundaria.
PADRES EN ACCION
Una mamá del colegio quiso compartir con nosotros un artículo del Waldorf School of the Peninsula en California, Estados Unidos. Es una institución que se encuentra cerca de San Francisco, donde padres del colegio trabajan en el área de tecnología, en empresas como Google y Facebook. El link original de la nota, que aborda la filosofía de las escuelas Waldorf sobre la tecnología y cómo afecta a los niños, es http://waldorfpeninsula.org/curriculum/media-technology-philosophy/ Agradecemos este aporte a Amber Alexander, y transcribimos la traducción del texto al castellano.
Hoy en día, los niños pasan mucho menos tiempo que las generaciones anteriores en contacto con otros niños, con adultos que los cuidan y con la naturaleza. La fascinación que produce el entretenimiento electrónico de nuestra sociedad sobrecargada de medios influye en el desarrollo emocional y físico de los niños y adolescentes en muchos niveles, y puede disminuir su capacidad para generar un vínculo auténtico con los otros y con el mundo que los rodea.
Según investigaciones cerebrales, la exposición a los medios electrónicos puede provocar cambios en la red neuronal del cerebro, lo que, a su vez, puede afectar, por ejemplo, el seguimiento ocular (necesario para leer); los niveles de los neurotransmisores; y la recepción sin dificultad de las imágenes creativas que reciben los estudiantes, fundamentales para el aprendizaje. Asimismo, la exposición a los medios puede vulnerar la robustez de la interacción y el juego que los niños mantienen con sus pares.
Los educadores de la pedagogía Waldorf consideran que es mucho más importante que los estudiantes interactúen entre ellos y con sus maestros, así como que trabajen con materiales reales, en vez de entrar en contacto con medios electrónicos o tecnológicos. Al explorar el mundo de las ideas y participar en expresiones artísticas, musicales, cinestésicas y prácticas, los niños desarrollan cuerpos sanos y robustos, cerebros equilibrados y bien integrados, confianza en las destrezas prácticas que deberán aplicar en el mundo real y una gran capacidad para la función ejecutiva.
En su programa para la escuela secundaria, el sistema Waldorf adopta la tecnología con enfoques que potencian el proceso de aprendizaje, pues se utiliza como una herramienta y no como un sustituto del docente. Los alumnos dominan la tecnología con rapidez, y numerosos graduados de Waldorf tienen un exitoso desempeño en carreras vinculadas a la computación.
Estudios recientes sobre el uso infantil de los medios electrónicos
Estudios recientes revelan que el uso intensivo de las computadores en el aula tiene un impacto negativo sobre aspectos clave del aprendizaje infantil.
De acuerdo con un estudio realizado en el año 2012 por Common Sense Media, una organización sin fines de lucro de la ciudad de San Francisco, existe la creencia generalizada entre los maestros de que el uso constante de tecnología digital por parte de los alumnos deteriora su lapso de atención y su capacidad de perseverar ante tareas arduas.
Los resultados del estudio son los siguientes:
• El 71% de los docentes manifestó que el uso de los medios electrónicos de entretenimiento afectó el lapso de atención de los alumnos “mucho” (34%) o “algo” (37%).
• Casi seis de cada 10 (58%) docentes afirman que el uso de los medios electrónicos de entretenimiento (incluidos los mensajes de texto) afectó la capacidad de expresión escrita de sus alumnos “mucho” (19%) o “algo” (39%).
• Asimismo, los docentes revelan que los medios electrónicos de entretenimiento afectaron “mucho” o “algo” la capacidad de los estudiantes de comunicarse cara a cara (59%) y su pensamiento crítico (42%).
En el estudio que se llevó a cabo en el marco de la propuesta Pew Internet Project, también en 2012, casi el 90 por ciento de los docentes afirmó que las tecnologías digitales estaban creando “una generación que se distrae con facilidad y cuyo lapso de atención es corto”.
Los beneficios de usar la computadora en el aula son poco claros; sin embargo, cada vez más escuelas de todo el país avanzan en tal dirección. Según el periodista del New York Times Matt Richtel (In Classroom of the Future, Stagnant Test Scores, 3 de septiembre de 2011, cita textual): “En síntesis: las escuelas gastan miles de millones en tecnología, aun cuando reducen presupuestos y despiden maestros, y aún no se ha demostrado de manera contundente que este enfoque mejore el aprendizaje básico”.
Según lo informado por la institución The Kaiser Family Foundation, fuera del aula los niños de ocho a dieciocho años de edad pasan un promedio de siete horas por día frente a la pantalla, las que se transforman en diez si consideramos que hacen varias cosas a la vez con el apoyo de la tecnología. Es más tiempo que el están en la escuela. En el contexto de nuestra cultura, conviene analizar las actividades que un niño o adolescente puede no estar haciendo durante esas horas, mientras interactúa con la pantalla. Puede no estar trepándose a los árboles, haciendo juego libre, ideando en equipo junto a pares las reglas y los personajes del juego, tocando un instrumento, bailando o fantaseando. Es decir, puede no estar haciendo actividades que desarrollan niños sanos y felices.
La filosofía de Waldorf School of the Peninsula sobre los medios electrónicos y la tecnología
La atención de los medios dedicada a WSP se centra en gran medida en lo que consideramos una falsa dicotomía: ¿sí o no a la tecnología?
El valor de lo que las escuelas Waldorf ponen en práctica es mucho más rico. Nuestro objetivo es que los niños se relacionen con lo que verdaderamente necesitan en el orden en que lo necesitan (enfoque de desarrollo) a fin de nutrir cuerpos fuertes, sentidos saludables, un desarrollo emocional pleno y vivaz, y la pasión y la inquietud por el aprendizaje intelectual antes de entrar en contacto con la poderosa influencia de la tecnología. Tal enfoque de aprendizaje, con una introducción paulatina en el mundo tecnológico, permite que los niños finalmente se fortalezcan.
Nuestras convicciones:
• La mejor forma de cultivar las competencias que se necesitan para llevar adelante una vida satisfactoria, con metas y feliz en el siglo veintiuno es brindar una educación que satisfaga y se ocupe integralmente de las necesidades de desarrollo de los niños, las cuales son por completo diferentes en cada ciclo, desde la primera infancia hasta la escuela secundaria. En otras palabras, se trata de acercarles “lo adecuado en el momento justo”.
• Exponer a los niños a la computación antes de que estén preparados (alrededor de 7º grado) puede perjudicar su capacidad de desarrollar a pleno cuerpos fuertes, hábitos saludables de disciplina y autocontrol, una capacidad de expresión creativa y artística fluida, y mentes flexibles y ágiles.
• La alfabetización digital —capacidad esencial en el siglo veintiuno— puede dominarse rápidamente en la adolescencia si el niño llega a esa etapa con una madurez de desarrollo que le permita discernir cómo, por qué y cuándo utilizar la tecnología como herramienta.
Las escuelas Waldorf ponen extremo cuidado en la estructura del entorno que ofrecen a los niños de modo tal de estimular al máximo el espíritu inquisitivo y la imaginación. Los maestros relatan cuentos a los niños pequeños y les piden que creen su propia imagen y representaciones mentales, en lugar de mostrarles una imagen creada por otro. Los estudiantes del nivel secundario reciben estímulos tales como estudiar biografías y buscar en ellas elementos en común con su propio mundo y aspectos que se relacionen con él.
A toda edad, los alumnos son inmersos en actividades artísticas, donde a diario cantan, tocan la flauta dulce, pintan, se expresan creativamente a través del movimiento y dibujan. Adquirir las habilidades que se requieren para integrar una comunidad es una parte tan importante de los programas de enseñanza como aprender las tablas de multiplicar. El aprendizaje que se acerca de una manera entretenida y conectada con las emociones es un aprendizaje feliz, profundo, fecundo y perdurable. Esta niñez con menos presiones da paso a un adulto saludable, competente y equilibrado.
Hoy en día, los niños pasan mucho menos tiempo que las generaciones anteriores en contacto con otros niños, con adultos que los cuidan y con la naturaleza. La fascinación que produce el entretenimiento electrónico de nuestra sociedad sobrecargada de medios influye en el desarrollo emocional y físico de los niños y adolescentes en muchos niveles, y puede disminuir su capacidad para generar un vínculo auténtico con los otros y con el mundo que los rodea.
Según investigaciones cerebrales, la exposición a los medios electrónicos puede provocar cambios en la red neuronal del cerebro, lo que, a su vez, puede afectar, por ejemplo, el seguimiento ocular (necesario para leer); los niveles de los neurotransmisores; y la recepción sin dificultad de las imágenes creativas que reciben los estudiantes, fundamentales para el aprendizaje. Asimismo, la exposición a los medios puede vulnerar la robustez de la interacción y el juego que los niños mantienen con sus pares.
Los educadores de la pedagogía Waldorf consideran que es mucho más importante que los estudiantes interactúen entre ellos y con sus maestros, así como que trabajen con materiales reales, en vez de entrar en contacto con medios electrónicos o tecnológicos. Al explorar el mundo de las ideas y participar en expresiones artísticas, musicales, cinestésicas y prácticas, los niños desarrollan cuerpos sanos y robustos, cerebros equilibrados y bien integrados, confianza en las destrezas prácticas que deberán aplicar en el mundo real y una gran capacidad para la función ejecutiva.
En su programa para la escuela secundaria, el sistema Waldorf adopta la tecnología con enfoques que potencian el proceso de aprendizaje, pues se utiliza como una herramienta y no como un sustituto del docente. Los alumnos dominan la tecnología con rapidez, y numerosos graduados de Waldorf tienen un exitoso desempeño en carreras vinculadas a la computación.
Estudios recientes sobre el uso infantil de los medios electrónicos
Estudios recientes revelan que el uso intensivo de las computadores en el aula tiene un impacto negativo sobre aspectos clave del aprendizaje infantil.
De acuerdo con un estudio realizado en el año 2012 por Common Sense Media, una organización sin fines de lucro de la ciudad de San Francisco, existe la creencia generalizada entre los maestros de que el uso constante de tecnología digital por parte de los alumnos deteriora su lapso de atención y su capacidad de perseverar ante tareas arduas.
Los resultados del estudio son los siguientes:
• El 71% de los docentes manifestó que el uso de los medios electrónicos de entretenimiento afectó el lapso de atención de los alumnos “mucho” (34%) o “algo” (37%).
• Casi seis de cada 10 (58%) docentes afirman que el uso de los medios electrónicos de entretenimiento (incluidos los mensajes de texto) afectó la capacidad de expresión escrita de sus alumnos “mucho” (19%) o “algo” (39%).
• Asimismo, los docentes revelan que los medios electrónicos de entretenimiento afectaron “mucho” o “algo” la capacidad de los estudiantes de comunicarse cara a cara (59%) y su pensamiento crítico (42%).
En el estudio que se llevó a cabo en el marco de la propuesta Pew Internet Project, también en 2012, casi el 90 por ciento de los docentes afirmó que las tecnologías digitales estaban creando “una generación que se distrae con facilidad y cuyo lapso de atención es corto”.
Los beneficios de usar la computadora en el aula son poco claros; sin embargo, cada vez más escuelas de todo el país avanzan en tal dirección. Según el periodista del New York Times Matt Richtel (In Classroom of the Future, Stagnant Test Scores, 3 de septiembre de 2011, cita textual): “En síntesis: las escuelas gastan miles de millones en tecnología, aun cuando reducen presupuestos y despiden maestros, y aún no se ha demostrado de manera contundente que este enfoque mejore el aprendizaje básico”.
Según lo informado por la institución The Kaiser Family Foundation, fuera del aula los niños de ocho a dieciocho años de edad pasan un promedio de siete horas por día frente a la pantalla, las que se transforman en diez si consideramos que hacen varias cosas a la vez con el apoyo de la tecnología. Es más tiempo que el están en la escuela. En el contexto de nuestra cultura, conviene analizar las actividades que un niño o adolescente puede no estar haciendo durante esas horas, mientras interactúa con la pantalla. Puede no estar trepándose a los árboles, haciendo juego libre, ideando en equipo junto a pares las reglas y los personajes del juego, tocando un instrumento, bailando o fantaseando. Es decir, puede no estar haciendo actividades que desarrollan niños sanos y felices.
La filosofía de Waldorf School of the Peninsula sobre los medios electrónicos y la tecnología
La atención de los medios dedicada a WSP se centra en gran medida en lo que consideramos una falsa dicotomía: ¿sí o no a la tecnología?
El valor de lo que las escuelas Waldorf ponen en práctica es mucho más rico. Nuestro objetivo es que los niños se relacionen con lo que verdaderamente necesitan en el orden en que lo necesitan (enfoque de desarrollo) a fin de nutrir cuerpos fuertes, sentidos saludables, un desarrollo emocional pleno y vivaz, y la pasión y la inquietud por el aprendizaje intelectual antes de entrar en contacto con la poderosa influencia de la tecnología. Tal enfoque de aprendizaje, con una introducción paulatina en el mundo tecnológico, permite que los niños finalmente se fortalezcan.
Nuestras convicciones:
• La mejor forma de cultivar las competencias que se necesitan para llevar adelante una vida satisfactoria, con metas y feliz en el siglo veintiuno es brindar una educación que satisfaga y se ocupe integralmente de las necesidades de desarrollo de los niños, las cuales son por completo diferentes en cada ciclo, desde la primera infancia hasta la escuela secundaria. En otras palabras, se trata de acercarles “lo adecuado en el momento justo”.
• Exponer a los niños a la computación antes de que estén preparados (alrededor de 7º grado) puede perjudicar su capacidad de desarrollar a pleno cuerpos fuertes, hábitos saludables de disciplina y autocontrol, una capacidad de expresión creativa y artística fluida, y mentes flexibles y ágiles.
• La alfabetización digital —capacidad esencial en el siglo veintiuno— puede dominarse rápidamente en la adolescencia si el niño llega a esa etapa con una madurez de desarrollo que le permita discernir cómo, por qué y cuándo utilizar la tecnología como herramienta.
Las escuelas Waldorf ponen extremo cuidado en la estructura del entorno que ofrecen a los niños de modo tal de estimular al máximo el espíritu inquisitivo y la imaginación. Los maestros relatan cuentos a los niños pequeños y les piden que creen su propia imagen y representaciones mentales, en lugar de mostrarles una imagen creada por otro. Los estudiantes del nivel secundario reciben estímulos tales como estudiar biografías y buscar en ellas elementos en común con su propio mundo y aspectos que se relacionen con él.
A toda edad, los alumnos son inmersos en actividades artísticas, donde a diario cantan, tocan la flauta dulce, pintan, se expresan creativamente a través del movimiento y dibujan. Adquirir las habilidades que se requieren para integrar una comunidad es una parte tan importante de los programas de enseñanza como aprender las tablas de multiplicar. El aprendizaje que se acerca de una manera entretenida y conectada con las emociones es un aprendizaje feliz, profundo, fecundo y perdurable. Esta niñez con menos presiones da paso a un adulto saludable, competente y equilibrado.
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